En tiempos de pandemia, los
métodos tradicionales se debieron adaptar a la situación utilizando diversas
plataformas y cambiando los métodos de trabajo establecidos con anterioridad.
En esta situación, y
gracias a las herramientas que nos brinda el mundo de la computación, se
lograron realizar clases virtuales de química orgánica utilizando conceptos teóricos
y prácticos para lograr la comprensión de los temas solicitados por los
estudiantes, los cuales abarcaron desde alcanos hasta ácidos carboxílicos específicamente.
Esto indica que el
aprendizaje no tiene barreras con respecto a las distancias entre Docente y estudiante,
y que la virtualidad es una herramienta más para la enseñanza de la química,
facilitando la visualización de los conceptos teóricos mediante la gráfica de
estructuras y reacciones señaladas correctamente.
Explicando mediante clases virtuales
los conceptos mencionados, se logró no solo memorizar los temas sino también
comprender los mismos y usarlos cuando lo requieran.
A su vez, la virtualidad permitió
otro tipo de disponibilidad y de contacto entre estudiante y docente
profesor, logrando
tener horarios flexibles de clases a conveniencia de los horarios establecidos
por ambos y a conectarse por distintas redes, que no sean las clásicas como la
plataforma o el email.
Desde el punto de vista
pedagógico, me pareció una oportunidad para que los docentes puedan
implementar realmente otras estrategias y aprender sobre el uso de nuevas
herramientas y TICs.
En conclusión, la
continuidad pedagógica se ha logrado y los estudiantes han agregado un
repertorio de herramientas didácticas, que podrán utilizan en toda su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario